Ayer desperté
de ver sus cabellos
descubiertos
que me conducían a la magia
de su cuerpo
te mire no sólo fascinado
al sumergirme en tu boca.
Que es volcán de fuego
sino que desperté desnudo
entre las flores de tus labios perfumadas.
Matizas el aliento que llevo
susurras lentamente en mis oídos.
Bailas, la danza de la sensualidad
en un rojo persa
me llevas a la metáfora del sueño
radicas en todo el espejo
te hundes en la elegancia de mis piernas
bebes café y fumas el último cigarrillo.